Adornando los balcones con flores aterciopeladas de múltiples colores en primavera y verano, resistentes, fáciles de multiplicar y, al contrario que muchas otras flores, perfectamente capaces de sobrevivir temporada, tras temporada. Entre las plantas de flor de exterior, pocas hay tan recomendables como los geranios.
Cuidados. Pocos y sencillos. Son unas plantas muy agradecidas que con poco se conforman.
-No hay que sacarlos al exterior o eliminar su protección hasta que el peligro de las heladas, su peor enemigo, haya pasado.
-Los geranios aman el sol, cuanto más directamente lo reciban, más brillantes y abundantes serán sus flores.
-Es muy fácil lograr nuevas plantas mediante esquejes. Basta con cortar un tallo y plantarlo en una maceta con tierra, a los quince días habrá enraizado.
-Necesitan una poda otoñal y retirar continuamente las flores viejas.
-No necesitan mucha humedad. Sólo hay que regarlos con cierta frecuencia cuando estén en floración, sin mojar tallos y hojas para evitar la aparición de hongos.
Variedades. Existen más de doscientas especies, pero basta con que elijamos entre tres:
-Zonales, con hojas circulares y una mancha coloreada en el centro que es la que da nombre a la especie. Son los más comunes.
-De hoja de hiedra o gitanillas, con frondosos tallos colgantes.
-De hoja olorosa, hay múltiples variedades, pero todas se caracterizan por el aroma de sus flores.